Terapeuta Ocupacional · Residencia de Mayores y Centro de Dia “Virgen del Rosario” · Villanueva del Rosario (Málaga) ·
¿Cuáles deberían ser las características de un terapeuta ocupacional?
Para ser Terapeuta Ocupacional se necesita tener vocación, disfrutar de trabajar con la gente, e intentar que consigan alcanzar su máximo potencial. Ser empáticos, trabajar el autocontrol emocional, ser pacientes, saber comunicar, saber escuchar de forma activa, tener habilidades de observación.
Además es necesario tener creatividad y capacidad de adaptación, sensibilidad y tacto, poseer habilidades de trabajo en equipo y ser capaz de dar información compleja de un modo directo. Enseñar a las personas técnicas para llevar una vida independiente. Habilidad para llevar registros con precisión, evaluar con imparcialidad y redactar informes con profesionalidad.
Aptitudes para motivar a las personas sabiendo respetar sus deseos y preferencias. Ser sensible, persuasivo y con habilidades para la negociación en estrategias de actuación para paliar déficits comportamentales.
¿En qué se centra la intervención de un terapeuta ocupacional?
La Terapeuta Ocupacional en geriatría se ocupa de aumentar la calidad de vida de las personas de la tercera edad mediante herramientas que mejoran su salud. La Terapeuta valora la capacidad funcional del anciano para la realización de actividades cotidianas, la función cognitiva y la capacidad de adaptación al entorno con el objetivo de desarrollar un programa individual de tratamiento para cada residente (P.A.I.).
Tiene por objetivo capacitar a los residentes para participar de forma satisfactoria en las actividades de la vida diaria y conseguir la máxima independencia posible. La Terapeuta Ocupacional parte de la valoración de las capacidades físicas, mentales y sociales de la persona mayor para ver con qué actividades de la vida diaria debe trabajar y su objetivo principal es fomentar un mayor grado de independencia e integración social de la persona, así como estimular y mantener las capacidades cognitivas que se ven afectadas por el envejecimiento. Una vez detectadas las necesidades, trabaja con la persona de manera individual, adaptándose a sus capacidades, con el fin de prevenir la pérdida, mantener, o mejorar la autonomía funcional.
Desde la Terapia Ocupacional, a través de la sus distintas actividades y talleres, se pretende lograr la independencia de las personas mayores, o en su defecto prolongarla el mayor tiempo posible, ayudándoles a realizar las actividades básicas de la vida diaria que sean importantes para su salud y bienestar, a partir de la participación en ocupaciones que les sean útiles y valiosas para su desarrollo personal, estableciendo que la autonomía personal es un derecho y poniendo a su alcance los medios para promover un envejecimiento activo. Mantener activos a los residentes con distintos talleres y trabajar las ABVD (actividades básicas de la vida diaria) reeducando y adaptando de la manera más adecuada sus capacidades, para lograr una mayor independencia de la persona.
¿Qué actividades tienen programadas en su centro?
Actividades de estimulación cognitiva, Actividades de ocio y tiempo libre, Actividades socio-culturales, Actividades básicas de la vida diaria, Actividades instrumentales de la vida diaria, Actividades de actividad física, Talleres ocupacionales (manualidades).
El ingreso en un Centro Residencial puede provocar emociones encontradas ¿Cómo se trabaja esto con las personas ingresadas y sus familiares?
El ingreso de una persona mayor en un centro residencial lleva consigo una serie de emociones contradictorias entre ambas; de abandono e injusticia por parte del mayor, y de culpa y alivio por parte del familiar. A toda esta amalgama de sentimientos hay que sumar el periodo de adaptación del anciano a la residencia y de la familia a esta nueva situación.
– El preingreso. Es el contacto inicial para conocer a la persona y a su familia.
– El ingreso. En esta etapa es fundamental el acompañamiento de la familia, de la Terapeuta Ocupacional y resto de profesionales del centro.
– La adaptación e integración. La adaptación en la residencia, es un proceso que dura unos dos o tres meses.

¿Se reconoce la labor que hacen las mujeres en el sector de los cuidados profesionales?
En la actualidad parece que hemos avanzado en esta cuestión. Con la necesidad de presentar una cualificación profesional homologada, como los certificados de profesionalidad, para poder trabajar en las residencias, ha elevado la categoría de las trabajadoras del sector socio-sanitario en las mismas. Como sabemos y como siempre se ha dicho este trabajo es vocacional. La selección de personal cualificado con titulación contribuye también a dar prestigio a este sector.
Cualquiera no vale para cuidar a personas mayores. Hay que estar formada y preparada. La actual pandemia ha puesto en el punto de mira a las residencias, desprestigiando nuestra labor. Los medios de información nos han crucificado, tan solo se han dedicado a informar de las negligencias y muertes en los centros. Pocas veces han mostrado el trabajo, sacrificio, valor y profesionalidad de las trabajadoras, luchando a diario para proteger a sus mayores.
Casi el cien por cien de trabajadoras que se dedican al cuidado profesional de personas mayores somos mujeres. Actualmente existen profesiones catalogadas como “de hombres” donde no de precisa de ninguna titulación para desempeñarlas con una numeración salarial mayor que la nuestra.
Lo que evidencia la brecha salarial que sigue existiendo entre profesiones con la misma categoría laboral, si esta es mayoritariamente masculina, el sueldo es mayor o mayoritariamente femenina el sueldo es menor. Las cuantías de los sueldos también revalorizan las categorías profesionales. Por eso si estos fueran un poco más altos nuestro trabajo se reconocería más.
¿Cómo era el día a día en uno de sus centros antes del Covid19? ¿Qué diferencias hay actualmente?
Antes de la pandemia mi centro era un centro abierto al mundo, integrado en la vida de mi pueblo. Con constantes visitas de familiares y salidas a pasear de los abuelos. Muy activo, festividades, actividades dentro y fuera del centro, excursiones, salidas al parque, comidas, actuaciones de niños del colegio, asociaciones, coros rocieros, celebraciones, fiestas, misas… Besos y abrazos. Proyectos e ilusiones. Vida y alegría. Un no parar. Con el Centro de día lleno de usuarios, el transporte… Pero llegó la maldita pandemia y las puertas se cerraron. Todo cambió.
Nos tuvimos que acostumbrar a vivir con el miedo, restructurar el centro, activar protocolos Covid-19, a fumigar y desinfectar todos los días. Diseñar un plan de humanización. Despedirnos de los usuarios del Centro de Día. Acostumbrarnos a las vídeo-llamadas, las mascarillas, las pantallas y los buzos, a las visitas por el balcón y a tres metros de distancia.
Se acabaron los abrazos y los besos. Por fin llegó la vacuna y muy poco a poco y muy lentamente vamos retomando la normalidad. Las visitas pueden ir entrando y los mayores pueden salir a pasear. Aunque todavía vamos con mascarilla y no nos podemos besar. El Centro de Día y el transporte parece que empieza a despegar. Aunque el miedo sigue al acecho y la prudencia no la podemos dejar atrás, la alegría y la esperanza empiezan a brillar.
Completa la frase “Las personas mayores merecen…
Todo nuestro esfuerzo, lucha, entrega, dedicación, profesionalidad, respeto y amor por qué; ellos primero lucharon para que nosotros tengamos hoy día unas condiciones de vida mejor que las que ellos tuvieron, para que tuviéramos una oportunidad y podamos vivir en libertad. Porque ellos lo dieron todo por nosotros y a ahora nosotros lo tenemos que darlo todo por ellos.
¿Alguna cuestión que quiera añadir?
El reconocimiento y apoyo a todas y todos los y las profesionales del sector socio-sanitario y en especial a las trabajadoras y los trabajadores de mi empresa Gestión Profesional. Por su esfuerzo, profesionalidad, dedicación y valentía, durante la pandemia del Covid-19. Sois un orgullo y ejemplo de lucha, valor y superación. Somos personas que cuidamos de personas. Lo hemos conseguido, pero todavía no podemos bajar la guardia. Ya nos queda menos para ver la luz al final del túnel. ¡¡¡¡Vamos!!!!